DAMS & LARGE-SCALE HYDRO WORKS
El valor de la experiencia en la gestión de presas
19 DE DICIEMBRE 2024
María Márquez Martín
Ingeniero de caminos, canales y puertos | Linkedin
En España, muchas de las presas que gestionan nuestros recursos hídricos tienen más de 50 años. Estas estructuras, vitales para el abastecimiento de agua, la generación de energía y la protección contra inundaciones, requieren un mantenimiento continuo y riguroso para asegurar su integridad y funcionamiento óptimo. Sin embargo, el simple mantenimiento no es suficiente. La revisión y actualización de la documentación de seguridad, como las normas de explotación, son fundamentales para garantizar la resiliencia y capacidad de adaptación de estas presas frente a los desafíos actuales y futuros.
Con el paso de los años, los caudales entrantes en los embalses y sus consecuentes caudales de vertido, asociados a la operación de la presa, pueden variar significativamente. Estas fluctuaciones suelen ser provocadas tanto por factores como el cambio climático, modificaciones en el uso del suelo y otras actividades humanas, que afectan la cantidad y la estabilidad del agua almacenada. Además, las afecciones aguas abajo de la presa, como las urbanizaciones y la construcción de infraestructuras, pueden alterar la dinámica original del entorno. En caso de una avenida, estos cambios pueden tener consecuencias imprevisibles y potencialmente desastrosas.
La actualización constante de las normas de explotación es clave para reflejar las nuevas realidades del entorno y garantizar la seguridad de las presas.
Enfrentar los retos que esto plantea es indispensable para la gestión eficiente de los recursos hídricos y el almacenamiento energético. La capacidad de las presas para adaptarse a estas condiciones cambiantes depende en gran medida de la actualización continua de sus normas de explotación. Éstas deben reflejar las nuevas realidades del entorno y asegurar que las presas operen de manera segura y eficiente.
La implementación de sistemas de gestión automáticos es un paso clave en este proceso. Estos sistemas no sólo facilitan el monitoreo y control de las operaciones de la presa, lo que es imprescindible para garantizar su seguridad, sino que también permiten una respuesta rápida y efectiva ante emergencias. Los sistemas avanzados de monitoreo pueden detectar anomalías en tiempo real, proporcionando datos críticos que permiten a los operadores tomar decisiones informadas y actuar de manera proactiva para evitar problemas antes de que se conviertan en crisis. La tecnología es, sin duda, útil, pero lo esencial es contar con un sistema de monitoreo confiable que permita la supervisión constante y la intervención cuando sea necesario.
Por eso, la tecnología por sí sola no es suficiente. El trabajo de los encargados de las presas, quienes conocen las instalaciones y su funcionamiento diario mejor que nadie, es insustituible. Su experiencia práctica es esencial para contrastar la teoría con la realidad, asegurando que las normas sean realmente aplicables y efectivas en el día a día. Los encargados y operarios de las presas aportan un conocimiento invaluable sobre los detalles específicos de cada estructura, desde las válvulas de regulación hasta las conducciones principales. Este conocimiento práctico puede revelar problemas y oportunidades que no se detectan en los planos y modelos teóricos.
De nada sirve redactar unas normas detalladas y técnicamente perfectas si no se tiene en cuenta la perspectiva de quienes estarán encargados de aplicarlas. La experiencia y el conocimiento de los operarios pueden identificar aspectos críticos que no se consideran en los documentos técnicos, como la necesidad de ajustes específicos para determinados equipos o procedimientos que no están contemplados en las normativas actuales.
Para asegurar que las normas de explotación sean útiles y aplicables, es fundamental realizar visitas a las instalaciones y mantener una comunicación fluida con los técnicos y operarios. Estas visitas permiten a los redactores de las normas comprender mejor las condiciones reales de la presa, observar de primera mano las operaciones diarias y recoger información directa sobre los desafíos y necesidades específicas de cada instalación. Solo a través de esta interacción directa se puede asegurar que las normas reflejen fielmente la realidad y sean verdaderamente útiles para quienes las aplicarán.
Además, la formación continua del personal encargado de las presas es crucial. Aunque la evolución tecnológica en la gestión de presas puede no ser radical ni constante, es vital que los operarios y técnicos estén bien capacitados para manejar las herramientas y tecnologías disponibles. La capacitación no solo mejora sus habilidades técnicas, sino que les permite integrar esta tecnología en sus prácticas de trabajo y aprovecharla al máximo, además de adaptarse a nuevas normativas y sistemas de gestión con mayor eficacia.
La actualización constante y la integración de la tecnología con la sabiduría práctica de los operarios son la clave para una gestión eficiente y segura de las presas. En última instancia, se trata de combinar lo mejor de ambos mundos: la precisión y capacidad de respuesta de los sistemas modernos con el conocimiento profundo y la adaptabilidad de los seres humanos que, día tras día, velan por el buen funcionamiento de estas infraestructuras vitales.