Competitividad, transformación y resiliencia de la industria vasca
La directora de Competitividad e Innovación de IDOM, Marta Álvarez Ochoa compartía mesa redonda junto a Arantxa Tapia, consejera de Desarrollo Económico, Sostenibilidad y Medio Ambiente del Gobierno Vasco; Manuel Ángel Alonso Pérez, director Territorio Norte de Telefónica; Elías Unzueta, Chief Innovation Officer de Petronor; y Pablo García Bringas, vicedecano de Relaciones Externas y Formación Continua de la universidad, para hablar sobre los retos de la industria vasca en sostenibilidad y el momento histórico en que vivimos, en el marco de los Desayunos de Ingeniería de Deusto.
La industria vasca, tras la pandemia, se enfrenta a un momento marcado por la subida de precios de los carburantes y la electricidad, un reto de abastecimiento y una carrera hacia la independencia energética de terceros países que permita la incorporación de nuevas fuentes de generación renovable. Para ello, la integración de variables como la internacionalización, innovación, digitalización, así como de sostenibilidad y de responsabilidad social serán claves para la adaptación de las empresas.
En este sentido, Marta Álvarez explicaba que “la competitividad a largo plazo como la estamos entendiendo en este foro pasa por adaptarse a las tres transiciones (tecnológico-digital, medioambiental-sostenible, social y sanitaria) a las que el Gobierno Vasco ya está orientando todas sus políticas”.
Para Marta Álvarez hay 4 factores clave para sobrevivir con éxito en un entorno de múltiples transiciones, complejo en lo geopolítico:
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- La dimensión. Hay mercados en los que prima el principio de “el ganador se lleva todo” (especialmente los basados en plataformas que unen oferta y demanda) lo que lleva a que las grandes empresas serán cada vez más grandes. Las Pymes deben ser expertas en cooperar y en establecer redes estratégicas y en aprovechar las ventajas que da la digitalización. Siguen siendo necesarias las políticas que fomenten la cooperación entre Pymes, como ya hacen los clústeres.
- Las nuevas tecnologías digitales permiten a los pequeños ser grandes: estas tecnologías son cada vez más potentes y más asequibles. Hoy, por 1 euro, se puede comprar 100 veces más capacidad de computación o de almacenaje de datos que hace tan solo una década. Este efecto, facilita el acceso a la tecnología, pero sigue siendo necesario enseñar a las empresas a utilizarla para su negocio.
- La internacionalización. Las Pymes pueden acceder a los mercados globales apoyándose en un ecosistema de innovación como el vasco y conectado a las principales redes internacionales. El territorio (Euskadi) es un factor de competitividad para las empresas vascas.
- La sostenibilidad y la responsabilidad social son factores de competitividad, como es el capital, el talento o la innovación. “Todavía queda recorrido para que esto sea así, pero el mercado, la financiación y las personas así lo están viendo; las empresas tenemos que pisar el acelerador” apuntaba Marta Álvarez.
Finalmente, para conseguir interiorizar y operativizar todo esto, Marta Álvarez apelaba a la necesidad de cooperación y concurrencia de todos. En sus palabras “el factor diferencial que marcará la competitividad a futuro, en un mundo en transformación, será precisamente la unión de diferentes en un proyecto común”.