IDOM, Premio Aga Khan de Arquitectura 2019
La ampliación de la Universidad de Bambey entre los seis galardonados
El pasado día 29 de agosto, la fundación Aga Khan anunció los ganadores de su edición 2019 del Premio Aga Khan de Arquitectura. Entre los 20 finalistas que se anunciaron hace unos meses, el jurado ha decidido otorgar 6 premios, uno de ellos a la ampliación de la Universidad de Bambey, dirigida por nuestros compañeros Federico Pardos y Javier Pérez Uribarri.
El Premio Aga Khan de Arquitectura fue establecido por el Aga Khan en el año 1977 con el fin de identificar y fomentar la construcción de conceptos que abordaran con éxito las necesidades y aspiraciones de las comunidades en las que los musulmanes tienen una presencia significativa. El Premio Aga Khan es de los más antiguos e importantes a nivel internacional. Selecciona proyectos de todo tipo que, además de representar la excelencia arquitectónica, mejoren la calidad de vida en general. El Aga Khan no solo reconoce la labor de los arquitectos, sino también de los municipios, constructores, clientes, maestros artesanos e ingenieros que desempeñan un papel importante en la realización de esos proyectos. Hasta ahora se han otorgado un total de 122 premios a proyectos desarrollados en todo el mundo.
La ceremonia de entrega de premios
Las ceremonias para anunciar los proyectos ganadores y marcar el cierre de cada ciclo trienal siempre se llevan a cabo en entornos seleccionados por su importancia arquitectónica y cultural para el mundo musulmán. En 2019, la ceremonia tuvo lugar el pasado sábado, 14 de septiembre. Otros lugares anteriormente seleccionados para las ceremonias de entrega de premios fueron los Jardines Shalimar en Lahore (1980), al Palacio Topkapi en Estambul (1983), la Alhambra en Granada (1998) o la Tumba del Emperador Humayun en Delhi (2004).
El jurado
Los nueve miembros del Jurado de la presente edición son: Anthony Kwamé Appiah, filósofo anglo-ghanés estadounidense; Meisa Batayneh, fundadora y arquitecta principal de Maisam arquitectos e ingenieros; Sir David Chipperfield; Elizabeth Diller, socia fundadora de un estudio de diseño cuya práctica abarca los campos de la arquitectura y los medios digitales; Edhem Eldem, profesor de Historia en la Universidad Boğaziçi (Estambul) y el Collège de France; Mona Fawaz, profesora de Estudios y Planificación Urbana en el Instituto de Políticas Públicas Issam Fares de la Universidad Americana de Beirut; Kareem Ibrahim, arquitecto egipcio e investigador urbano que ha trabajado extensamente en el Cairo histórico; Ali M. Malkawi, profesor de la Escuela de Diseño de la Universidad de Harvard y director fundador del Centro de Harvard para Edificios y Ciudades Verdes; y Nondita Correa Mehrotra, arquitecta que trabaja en India y Estados Unidos, y directora de la Fundación Charles Correa.
En lo referente al proyecto destacaban los siguientes aspectos: “El edificio representa un ejemplo encomiable de cómo los principios fundamentales de sostenibilidad y eficiencia energética se traducen en un diseño bien integrado y elegante que, además, cuenta con un bajo impacto en el entorno. Estos principios, que se aplicaron desde el desarrollo del concepto, implicaron la recopilación de información sobre datos climáticos específicos, con el objeto de optimizar la piel del edificio. También se estudió el uso de energía, el agotamiento de materiales y la contaminación del agua. El edificio se estructura en torno a un generoso espacio sombreado en el lado norte del edificio, lo que permite la interacción social y una circulación lineal bien organizada. Los elementos de construcción tienen múltiples funciones. Por ejemplo, las celosías permiten la ventilación y reflejan la luz solar directa. El confort, el mínimo uso de energía y el legado ambiental están bien representados en el proyecto. El edificio demuestra cómo un buen diseño que integra los principios ambientales puede dar como resultado espacios de calidad. La tecnología de construcción aplicada podrá ser replicada en otros proyectos, que aprovecharán todos sus beneficios. Los principios y procesos de sostenibilidad utilizados tienen el potencial de servir como modelo para implementar un diseño ambientalmente consciente”.
Este galardón se suma a una lista de reconocimientos entre los que se encuentran a nivel nacional el Premio COAVN 2019 (Colegio Oficial de Arquitectos Vasco Navarro) en la Arquitectura Extraterritorial y el Premio BEAU 2018 (Bienal Española de Arquitectura y Urbanismo); y a nivel internacional el WAN Award 2018 en la categoría Sustainable Building y el LEAF Award 2018 en la Categoría Best Regenerative Impact. Además ha sido finalista en los premios FAD 2019 y en el WAF Award 2018 en la Categoría Higher Education and Research – Completed Buildings.
septiembre 16, 2019
Otros proyectos premiados en la edición 2019
Los otros proyectos premiados en esta edición de los Aga Khan han sido: La revitalización de Muharraq, en Bahrein; el proyecto Arcadia Education con guardería, centro de formación profesional, espacio para preescolar y albergue en Bangladesh; el Museo Palestino de Birzeit; un programa de desarrollo de espacios públicos en la República de Tatarstán (Federación Rusa); y el Wasit Wetland Center, en Sharjah, Emiratos Árabes Unidos.
La apuesta de la Fundación Aga Khan por la Cultura
El Premio Aga Khan de Arquitectura es parte del Aga Khan Trust for Culture (AKTC), el Trust aprovecha el patrimonio cultural como un medio para apoyar y estimular el desarrollo. Sus programas incluyen el Programa de Ciudades Históricas de Aga Khan (AKHCP) que se ha dedicado a la rehabilitación de áreas históricas en El Cairo, Kabul, Herat, Alepo, Delhi, Zanzíbar, Mostar, el norte de Pakistán, Tombuctú y Mopti. El Trust también colabora con el Programa Aga Khan de Arquitectura Islámica (AKPIA) en la Universidad de Harvard y el Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT), así como con www.Archnet.org, un importante recurso online sobre arquitectura contemporánea e histórica en el mundo musulmán.
Red de desarrollo de Aga Khan
La Red de Desarrollo de Aga Khan (AKDN) actualmente opera más de 1.000 programas e instituciones en 30 países, muchos de los cuales cuentan con más de 60 años, y algunos más de 100. Emplea aproximadamente a 80.000 personas, la mayoría de las cuales se encuentran en países en desarrollo. El presupuesto anual de AKDN para actividades de desarrollo sin ánimo de lucro es de aproximadamente 950 millones de dólares. Su brazo de desarrollo económico, el Fondo Aga Khan para el Desarrollo Económico (AKFED), genera ingresos anuales de 4.300 millones de dólares, pero todos los excedentes generados por las empresas de su proyecto se reinvierten en actividades de desarrollo adicionales, generalmente en regiones frágiles, remotas o que han vivido conflictos recientes.
FOTO / IMAGEN
Parte del equipo de IDOM. De izqda a dcha Fally Diop, Federico Pardos y Javier Pérez