Museo Arqueológico de Córdoba
La creciente colección de piezas procedentes de excavaciones y yacimientos arqueológicos de la provincia y la falta de espacio para los servicios destinados al público y a los empleados del Museo, hizo que el Ministerio de Educación y Cultura convocara un concurso para ampliarlo. El nuevo edificio debería ocupar el sitio contiguo e incorporar nuevas funciones.
El edificio propuesto se adapta a la forma del sitio creando un área inicial en forma de abanico que contiene funciones públicas y semi públicas. Esto coincide con la disposición del teatro, y está unido al palacio existente por la torre de entrada. El resto del edificio, de forma rectangular, alberga funciones no públicas. Estas incluyen la restauración y conservación en el primer piso y la administración y gestión en el segundo.
La gran diferencia de niveles entre la plaza y la Cuesta de Pero Mato requirió una sección aterrazada en la que se ubican las diversas funciones. En el último piso, la biblioteca se extiende hasta la cornisa de los edificios contiguos, con vistas a los tejados del Centro Histórico de la ciudad.
Una vez iniciadas las obras, el descubrimiento del mayor teatro romano de la Península Ibérica obligó a modificar el proyecto para incorporarlo al nuevo edificio.
Esto implicaba redistribuir el programa para obtener un nivel arqueológico diáfano totalmente incorporado a la ampliación y con un impacto mínimo de los cimientos.
La disposición de los tragaluces y las aberturas en los pisos y las fachadas proporcionan luz natural a las ruinas de abajo. Se pueden ver desde varios puntos del interior del edificio y del patio de entrada.
Arquitectura : Diseño : Ocio y cultura
